Siiii, ya sabemos que lo que realmente importa del chocolate es lo bueno que está, pero un poco de culturilla acerca de esta maravilla de la naturaleza no nos vendrá nada mal. Probablemente sirva para que lo disfrutemos todavía más.
¿Qué es el chocolate? De las semillas en forma de almendra del árbol de cacao (Theobroma cacao) se elabora la pasta de cacao, que mezclada con azúcar, leche, frutos secos, etc., dan vida a las diferentes variedades del xocolatl (náhuatl). Por cierto, su nombre significa “agua amarga”.
¿De dónde proviene? De América, eso seguro. Lo que no esta tan claro es si de Centroamérica o de Sudamérica. Olmecas, mayas y aztecas lo consumían y lo usaban en sus ritos religiosos. A veces hasta se usaban sus semillas como moneda. Por otra parte, estudios recientes sitúan su consumo en Ecuador hace 5500 años.
¿Quién fue el primero en degustarlo? Eso no lo sabe nadie¿El primer europeo? Esta es más fácil: pudo muy bien haber sido el mismo Cristóbal Colón en 1502 al llegar a la isla Guanaja (Honduras), en su cuarto viaje a América.
Un apunte. Nuestros ancestros solo bebían el chocolate. Las culturas precolombinas fabricaban una especie de chocolate fermentado, que se parecía más a una “cerveza de chocolate”. No es hasta el siglo XIX que se logra su forma sólida, gracias al ingenio de un italiano llamado Doret. ¡Cuánto le debemos a Doret! Tabletas, bombones, dulces, pasteles, monas, etc…
Barcelona tiene un papel protagonista en esta historia. Es en nuestra ciudad donde se sustituye la elaboración artesanal del chocolate por la mecánica, en 1777. A comienzos del siglo XIX, junto con el desarrollo de las plantaciones de cacao en todo el mundo, la industria del chocolate se organizó y perfeccionó en varios países.
Al contrario de lo que se podría pensar, es África la que produce el 75% del cacao del mundo, e incluso Asia produce más cacao que América. Solo Costa de Marfil produce casi la mitad del cacao de todo el mundo. Por el contrario, el chocolate ya procesado tiene a USA como el primer productor mundial, seguidos de Alemania y Reino Unido. España ocupa la décima posición.
Nos hemos dejado algo. ¡Por supuesto que sí! Otro día seguiremos hablando de este prodigio para el paladar … el chocolate.